Miro la forma de un techo desconocido, cada depresión, cada pico, cada imperfección es un surco del vinilo que hace sonar el hilo musical de mi encierro. La aguja: mi cabeza. Daré cuerda al tocadiscos.
Tengo una hija con un nombre por rostro, de nubes su cuerpo. Mi hija nonata se nutre de brevarios para crecer fuerte y un día estar en mis brazos.