Entre huecos y huecos tengo cuencos
Donde recojo lo que se escapa de la vida.
Resulta un licor de sabor amargo
A tomar con un terrón de ilusiones.
Un sorbo pequeño,
Quema la garganta y el corazón,
Palpitan las ideas, los recuerdos
Que no viviste.
Borracha de huecos,
Paseo por el mundo sin saber
Qué poseo y dónde está lo mío.
Ya no tengo qués, ni cuandos,
Ni cómos, ni por qués,
Sólo esta embriaguez de vida
Que me hace poner cuencos
En cada una de tus esquinas.
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