6.
¡Pobre Crédulo el levante!
En realidad era él quien hinchaba
Las velas del afilaor,
Llevándolo ante la mujer amada
A cambio de unas notas mal sopladas.
Pobre crédulo el viejo,
De inocencia pintado su pelo cano.
Mira cada mañana a una mujer
Que zapatea olas con tacones de salitre.
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