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Mostrando entradas de mayo, 2007
Saltar la comba Usando cuerda de destierros. Corta el aire cuando vuela sobre mí. Fustiga el suelo, Pecan mis infiernos. En medio un “Puede” fetal Que detesta ser partido. Techo de cielo arcilloso, Paredes de viento armado. En un sillón de mullidos escalones Veo pasar la vida.
Allá, en la cala, la tranquilidad se contaba en caracolas. Las olas no rompían nunca, se deshacían en espuma de merengue. Los granos de arena eran independientes al viento, cada uno de ellos era puro libre albedrío. Las abejas polinizaban las dunas y la hierba crecía sin raíces, pajiza por mimetismo. Cuando el mar y la arena se unían, la división se hacía tangible en vez de aritmética, azul y amarillo sin ser verde. El cielo, exhibicionista sin nubes, se dejaba surcar por avionetas. El motor, amodorrado por almohadas de lejanía, se hacía un hueco entre ola y ola. Cuando los aviones se guardaban en la caja de juguetes del horizonte, los granos de arena dejaban de mirar al cielo para volver a la ardua labor de no confundirse los unos con los otros, o quizá terminar conquistando algún castillo. Las cenizas de San Juan, Tizas a merced del viento, Escribían nombres en las huellas mojadas.

MUERTE EN EL OLVIDO

Este poema no es mío, sino de un autor llamado Ángel Gonzalez, nacido en Oviedo en 1925, a quien descubrí en una ventanilla de un autobús en Granada, junto a mi amiga Eva. Hace tiempo que no bebo poemas, y ya empiezo a tener sed. --------------------------------------------------------------- MUERTE EN EL OLVIDO Yo sé que existo Porque tú me imaginas. Soy alto porque tú me crees alto, y limpio porque tú me miras con buenos ojos, con mirada limpia. Tu pensamiento me hace inteligente, y en tu sencilla ternura, yo soy también sencillo y bondadoso. Pero si tú me olvidas quedaré muerto sin que nadie lo sepa. Verán viva mi carne, pero será otro hombre —oscuro, torpe, malo-el que la habita...
VERDE. Se mueven Heridos en el orgullo Círculos de días contados. Beben de la tierra, Rugen, gritan, insultan, Lloran, piden, imploran La sangre negra que les alienta. ÁMBAR Piedra bonita es el tiempo, “Siempre” es tallada a fuerza de “Nunca”, dando mil puntas a la aguja del reloj. Elegir: Avanzar o parar Son rostros de segunderos. ROJO Furia: Contenida en diques de obligación. Paciencia: mar traicionero donde esconder la cabeza. Espera: si el mundo fuese buen juez, No aguardaría, Sólo avanzaría Sin oposición de color alguno. VERDE Corre.
La acera es el horno Donde cuece pan de caminos. Amasado con el paso de los años, Sin mimo, sin hambre, Es más un accidente Que alimento del destino.