Cuando eres Pequeño-pequeña
ser dos es mucho.
Como era muy malo-mala
en matemáticas
mi división acababa en suspenso.
Tenía que ser yo-yo
sin posibilidad de regreso.
Tengo una hija con un nombre por rostro, de nubes su cuerpo. Mi hija nonata se nutre de brevarios para crecer fuerte y un día estar en mis brazos.
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