El tiempo, orondo
de tanto comerse la vida,
no puede pasar por la puerta
de mi apogeo.
de tanto comerse la vida,
no puede pasar por la puerta
de mi apogeo.
Tengo una hija con un nombre por rostro, de nubes su cuerpo. Mi hija nonata se nutre de brevarios para crecer fuerte y un día estar en mis brazos.
Comentarios